El propósito de la vida es la alegría.
En lo espiritual, la vida puede verse como una película en la que un actor interpreta todos los papeles.
En lo físico, la vida puede verse como un juego que el jugador disfruta y quiere jugar. Para ganar, el jugador debe viajar a un ritmo constante, mientras que los oponentes (rayos) intenta ralentizarlos proporcionando lecciones que distraer. Los rayos no hacen esto con el único propósito de disuadir. Dan lecciones específicas de rayos para enseñar al jugador cómo aceptar todos los aspectos de sí mismos y tomar decisiones acertadas. El jugador continúa jugando el juego (reencarnación) hasta que ganen.
La vida es la historia que puedo escribir todos los días
Cada día trae una nueva aventura
Nuevas aventuras crean recuerdos
Los recuerdos refuerzan grandes lecciones
Las lecciones aportan soluciones
Las soluciones traen alegría a la vidae
- Mytika
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