¿Alguien llega al punto de estar satisfecho con la vida?

Algunas personas alcanzan un punto de satisfacción con su vida. Lo que constituye la satisfacción es exclusivo del individuo. No depende de cuánto aspira una persona. Algunos quieren ser ricos, mientras que otros estarían felices con comida y refugio. Muchas personas alcanzan sus metas solo para sentirse insatisfechas mientras buscan otras metas.

Hay personas que están agradecidas y contentas con lo que obtienen. Hay quienes no son quisquillosos con lo que comen mientras tengan el estómago lleno. A algunos no les importa lo que la gente piense de su ropa, por lo que eligen usar lo que les gusta. De hecho, hay personas a las que no les importa en absoluto la opinión de los demás. No se trata de una falta de respeto, sino de reconocer que los demás tienen opiniones diferentes que ellos personalmente no necesitan adoptar. Un componente clave para estar contento es no sentir la necesidad de estar a la altura de las expectativas de otras personas. Los que realmente se sienten así pueden sentirse increíblemente satisfechos y libres.

La forma en que uno maneja la información es otro indicador de su capacidad para sentirse satisfecho en la vida. Si una persona escucha sucesos o tragedias mundiales que no afectan inmediatamente su experiencia personal, puede pensar que las circunstancias son tristes. La mayoría insistiría en ello, lo odiaría, hablaría con todo el mundo sobre ello y, en general, dejaría que les afectara en gran medida. Aquellos que están satisfechos con la vida tienden a dejar de lado las noticias negativas y seguir adelante con su vida o harán algo para solucionar el problema. Al final del día, se trata de autoconservación. Las personas satisfechas saben lo que necesitan para mantenerse contentas.